Desde el anuncio de Facebook del cambio de nombre a Meta y su justificación del porque hacerlo.

 

Se ha entrado a una ardua competición no solo de Meta, sino de otras empresas por ser las pioneras en captar el mayor número de usuarios, cuyo objetivo es competir por adquirir el mayor porcentaje de ingresos de este nuevo mercado tecnológico.

 

Pero surgen varias preguntas; ¿Las legislaciones estarán a la par para regular las transacciones comerciales que se generen?, ¿Cómo se regulará la compra de terrenos digitales?, ¿Sera necesario la creación de un nuevo tratado internacional?, como en su momento lo fue el Convenio de Berna o el Convenio de Paris, o estos sufrirán modificaciones.

 

Lo que, si estamos seguros es que al ser tecnologías disruptivas como lo fue en su momento el internet, las redes sociales y las plataformas de música, las grandes tecnológicas lucraron y ganaron participación de mercado por varios años, antes de que se les regulará, nos hacemos la misma pregunta ¿Pasará lo mismo con el Metaverso?, o en esta ocasión los legisladores aprendieron la lección.